La educación de los niños es lo que les ayuda a crecer
sintiéndose seguros de sí mismos, válidos y capaces de poder aportar al mundo
lo que han venido a hacer desde el corazón. Es muy importante que aprendan bien
a moverse y manejar diferentes situaciones que van a darse a lo largo de su
vida. Los padres tienen una labor importantísima en la educación de los hijos,
pero se debe tener en cuenta que no son los únicos que influyen en su ámbito
educativo, los niños aprenden del entorno donde viven, de las circunstancias
que experimentan y de las personas con las que se rodean. La sociedad aporta
mucha influencia a través de lo que podemos ver en televisión y los diferentes
medios de comunicación, de ahí la importancia que los padres intenten hacer una
selección de lo que les llega a sus hijos, porque no todo es apropiado para
según qué edades.
En este artículo vamos a hablar de la influencia que tenemos
sobre ellos con nuestros actos inconscientes y vamos a proponer que durante un
mes entero hagáis un ejercicio diario de conciencia educativa, al finalizar
valorar si habéis sentido cambios y de ser así os animamos a que os unáis a la
siguiente propuesta de educación consciente de Agartam.
La propuesta de este
mes es enseñar y educar con ejemplos.
De manera consciente intenta observar durante tu día a día
tu tono de voz al dirigirte a los niños y al
estar en presencia de ellos. También intenta ser consciente de cuánto
tiempo del día pasas con ellos dedicado exclusivamente
a ellos “no vale llevarlos a un parque y sentarte en un banco a chatear o
mirar el móvil”. Observa cómo te
relacionas con los demás cuando estas en su presencia y recuerda que ellos
aprenden más del ejemplo que de la palabra vacía. No podemos pedir a los niños que se comporten de una forma y actuar en
su presencia de otra porque perdemos credibilidad. Es como si te dicen no
bebas alcohol que es malo y daña el cuerpo pero tu bebes delante de ellos, es
mejor decir que lo que se hace de forma equilibrada no es negativo. De esta
forma no damos información contradictoria, más bien somos honestos con nuestra
forma de actuar delante de ellos. Una persona que fuma y desea reconocer y
enseñar a sus hijos que el tabaco es malo evidentemente puede reconocerlo, pero
desde la honestidad les puede decir que a pesar de ser malo no tienen voluntad
suficiente para dejarlo. Es mejor reconocer una debilidad ante un niño que
contradecir la verdad de lo que les decimos.
Los niños necesitan aprender y experimentar de aquello que
sienten, pero necesitan una referencia y los padres son la suya. Los actos
educan constantemente, por eso la propuesta de este mes es “sé consciente de tus actos y estarás educando conscientemente”.
Para poder trabajar desde la educación consciente te daremos
tres pautas muy simples para que puedas recordar cada día y afiances un patrón
en tu comportamiento consciente.
-
Se
consciente del tono que empleas delante de los niños al hablarles a ellos o a
otras personas.
-
Haz
aquello que consideras apropiado para ellos y no contradigas palabras y acción.
-
Observa
cuanto tiempo diario pasas con ellos y ten presente que tu dedicación hacia
ellos mediante tu tiempo no es educar sino que es amar. La educación consciente
sucede cada instante que estamos en su presencia, independientemente de que
estemos jugando o haciendo otras labores. Los niños además de ser educados
conscientemente necesitan sentirse amados, así que te invitamos a que
diariamente dediques una parte del día a disfrutar de estar con ellos, a
conectar y generar un vínculo de amor incondicional que vaya más allá de tu
cansancio o de tus obligaciones, somos seres de amor que venimos a irradiar ese
amor hacia los demás, es entonces cuando nos encontramos con la felicidad. Los
niños nos pueden ayudar a que irradiemos ese amor y podamos recuperar la
conexión con nuestra alma.